LUIS ERNESTO GÓMEZ

(Maracay, Venezuela, 1977)

LA MÚSICA Y LAS ARTES EN LA EDUCACIÓN BÁSICA DE VENEZUELA: Apuntes para un debate necesario
Estudio realizado para la Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la Asamblea Nacional de Venezuela, 2007




Foto: Roland Streuli http://www.musica.coord.usb.ve/

Entrevista a Alfredo Rugeles
Director de Orquesta Sinfónica
Caracas, 29 de Marzo de 2007
Entrevistador: Luis Ernesto Gómez

“Creo que la disciplina musical permite sensibilizar a la gente, para ser mejores personas en todo sentido, alejarlos de las drogas, de los vicios y de la delincuencia juvenil”


L.E.G.- Buenos días. Estamos con el Maestro Alfredo Rugeles, director de orquesta, muy renombrado en el país, tanto en Venezuela como en el exterior, quien nos va a asesorar con algunas ideas sobre la Música en el Proyecto de Ley de Educación. Quisiéramos tomar algunos aportes de su persona para este proyecto. ¿Qué opinión nos puede brindar al respecto?

A.R.- Creo que es muy importante que la música sea parte en la educación básica, en las escuelas, porque independiente que cualquier niño debe tener la posibilidad de ser músico profesional – claro tampoco es la idea que “todos” vayan a ser músicos profesionales –, creo que la música, y está comprobado por el éxito que ha tenido por ejemplo el sistema de Orquestas juveniles e infantiles de Venezuela, que fundó el maestro José Antonio Abreu, ese éxito que ha sido más que probado, ha dado como consecuencia que tengamos gente mejor formada humanamente hablando, como persona. Creo que esa disciplina que da la música y su rigor permite sensibilizar a la gente, para ser mejores personas en todo sentido, alejarlos de las drogas, de los vicios, de la delincuencia juvenil. Creo que la música tiene un peso importante en ese objetivo de ser mejores seres humanos. Por eso sería interesante que la música pudiera ser parte del pensum de educación desde el kindergarten pasando por toda la primaria y en el bachillerato, independientemente que al final algunos de ellos se dediquen o no a la música desde el punto de vista profesional.

L.E.G.- O sea que cree usted que vale la pena un esfuerzo nacional de incluir la música en la formación integral del venezolano?

A.R.- Absolutamente, creo que sí. Hay ejemplos de colegios aquí en Caracas, como el colegio Emil Friedman, que es la experiencia en el terreno privado más conocida, que tiene la música en el pensum desde los inicios del estudiante. De hecho muchos músicos notables en Venezuela se han formado, bien sea del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela como en el Colegio Emil Friedman. Por tanto, creo que sería un gran paso para nosotros que eso se dé, que este esfuerzo se institucionalice.

L.E.G.- Respecto, a la música popular o la académica, habría alguna preferencia para introducir en la enseñanza integral del venezolano?

A.R.- Déjame decirte una cosa, yo creo que sólo existen dos músicas: música buena y música mala. No creo en la división entre música popular y música clásica o música académica. Y si la música popular, a través de
nuestro instrumento más conocido como es el cuatro, puede también sensibilizar a nuestros jóvenes o niños, también sería una manera de formar mejores seres humanos. O sea que la música popular sin duda entraría en este aspecto. Yo creo que aquél músico que tiene influencias no solamente académicas sino populares, puede ser mejor músico, porque tiene mayor experiencia y conocimiento, y lo popular evidentemente lo nutre.

L.E.G.- Qué experiencias anteriores conoce sobre sistemas de educación que involucren la música en la formación?

A.R.- Yo como tuve la oportunidad de estudiar en Alemania. Allí hay un programa de los “jóvenes que hacen música”, sé que existen las orquestas amateurs, orquestas que sin pretensiones de ser profesionales, que son el resultado de esa experiencia.
Aquí en el Colegio Friedman no solamente hay una orquesta, sino también un coro.
Otra vía son los coros, otra vía además de la enseñanza de instrumento musical, es a través del canto. Se ha demostrado que todo joven, toda persona que cante, tiene lo más cercano a sí mismo en la música: la voz. Entonces, un programa a través del canto coral podría ser también fabuloso para iniciar la educación musical de los niños.

L.E.G.- Cómo podríamos velar para que pudiéramos realmente llegar a impartir el quehacer artístico-musical en la educación venezolana?

A.R.- Necesitaríamos primeramente muchos maestros de música que estuvieran dispuestos a hacer eso, que actualmente existen. Esto generaría una fuente importante de trabajo para el país, y podrían usarse maestros de música que no tienen que ser necesariamente grandes músicos, sino simplemente gente formada en pedagogía musical para el inicio de un programa integral para el venezolano, yo creo que no requeriría de un gran esfuerzo desde este punto de vista, porque hay muchos músicos actualmente en las escuelas, en la orquestas juveniles, ahí mismo podrían conseguirse profesores voluntarios para este proyecto. Sería perfectamente factible.

L.E.G.- Muchas gracias, maestro, por sus aportes.

A.R.- Espero que tengan éxitos y ojala que se dé.

Alfredo Rugeles (Washington, 1949)
Compositor y Director de Orquesta venezolano. Estudió en la Escuela de Música Juan Manuel Olivares de Caracas, donde obtuvo diplomas en cantos y dirección coral. Realizó estudios de composición con Iannis Ioannidis y en el Instituto Robert Schumann de Dusseldorf, Alemania, donde obtuvo diplomas en 1979 y 1981 en Dirección Orquestal. Recibe el Premio Nacional de Composición por su Obra Somosnueve en 1979. y el Premio Municipal de Música por su obra Tanguitis en 1985. Fue Director Asociado y Director Artístico de la Orquesta Municipal de Caracas y Director Musical del Teatro Teresa Carreño. Actualmente es Director Artístico de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, Circuito Sinfónico Latinoamericano Simón Bolívar y Director Artístico de los Festivales Latinoamericanos de Música de Caracas, funciones que comparte junto al desempeño como Profesor de Dirección Orquestal en el Instituto Universitario de Estudios Musicales (IUDEM) y en la Universidad Simón Bolívar. Presidente de la Sociedad Venezolana de Música Contemporánea (1999-2003). En 1999 recibe el Premio Nacional del Artista como Director de Orquesta Sinfónica. Es miembro de número del Colegio de Compositores Latinoamericanos de Música de Arte.

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